Rubén Tasseli es el encargado del mantenimiento del estadio del club y es una gloria de la institución debido a su paso como futbolista de la entidad. Actualmente sigue vinculado a la institución desde otro lugar y es considerado como uno de los máximos referentes del club.
"Desde que nací estoy ligado al club. Mi papá me asoció apenas nací y mi infancia la viví prácticamente dentro de la sede, ya sea jugando al fútbol, al ping pong, al pool y al truco. Pasaba casi todo el día ahí adentro".
En una entrevista exclusiva con el blog, el gran "Repollo" contó acerca de los cambios que sufrió el club de sus amores a lo largo del tiempo. "Cuando yo era chico las instalaciones no eran como ahora. La sede estaba ubicada en otro lado y no tenía el tamaño que tiene hoy. La cancha no era como la que tenemos ahora y no teníamos todavía el estadio cubierto. Lo que sí teníamos era la cancha de bochas, teníamos cuatro o cinco mesas para el truco, para tomar algo, el pool, el metegol y el ping pong".
Además recordó su paso como futbolista de la institución. "Empecé a jugar cuando tenía 15 años en la segunda división, después jugué en primera hasta los 30, y después bajé de vuelta a la segunda hasta que cumplí cuarenta y las rodillas me dijeron basta. Casi siempre jugué de lateral por derecha, cuando me fui haciendo mas “ jovato” me corrí al medio para jugar de marcador central. Ahí era era un rey porque corría poquito y el físico me daba". A pesar de todos los años que tuvo como jugador, Repollo admite que no se consideraba un gran futbolista."Lo único bueno que tenía es que te podía correr un día seguido. Estaba muy bien físicamente. Y aparte tenía un entusiasmo impresionante. Siempre me gustó jugar a la pelota".
Al finalizar su carrera como futbolista de la institución, Rubén siguió vinculado a la misma desde otro lugar, en este caso, el mantenimiento del estadio. "Empecé inmediatamente después que dejé de jugar al fútbol hace mas o menos 20 años. Me parecía una muy buena manera de seguir aportándole al club. Y jamás cobré un peso por hacer el trabajo. Con Mario (otro encargado) lo hacemos únicamente por amor al club".
El amor por el club, no es solo de Rubén, sino que también su familia comparte la misma pasión por el rojinegro. "Mis dos hijos más grandes juegan en Puerto también. El Tiru (Rubén) juega de 4 igual que yo en la primera y Marley (Gonzalo) juega en la segunda, pero este juega de enganche es un poco más habilidoso que yo. Después mi hija mas chica Chiara también es socia del club desde que nació".
Con algo de emoción en sus palabras, el gran Repollo no duda en dar a conocer sus sentimientos acerca de la institución. "Para mi Puerto es una pasión, es como mi segunda casa. Pasé prácticamente toda mi vida en el club y tanto mis hijos como yo lo llevamos muy adentro del corazón".
"Desde que nací estoy ligado al club. Mi papá me asoció apenas nací y mi infancia la viví prácticamente dentro de la sede, ya sea jugando al fútbol, al ping pong, al pool y al truco. Pasaba casi todo el día ahí adentro".
En una entrevista exclusiva con el blog, el gran "Repollo" contó acerca de los cambios que sufrió el club de sus amores a lo largo del tiempo. "Cuando yo era chico las instalaciones no eran como ahora. La sede estaba ubicada en otro lado y no tenía el tamaño que tiene hoy. La cancha no era como la que tenemos ahora y no teníamos todavía el estadio cubierto. Lo que sí teníamos era la cancha de bochas, teníamos cuatro o cinco mesas para el truco, para tomar algo, el pool, el metegol y el ping pong".
Además recordó su paso como futbolista de la institución. "Empecé a jugar cuando tenía 15 años en la segunda división, después jugué en primera hasta los 30, y después bajé de vuelta a la segunda hasta que cumplí cuarenta y las rodillas me dijeron basta. Casi siempre jugué de lateral por derecha, cuando me fui haciendo mas “ jovato” me corrí al medio para jugar de marcador central. Ahí era era un rey porque corría poquito y el físico me daba". A pesar de todos los años que tuvo como jugador, Repollo admite que no se consideraba un gran futbolista."Lo único bueno que tenía es que te podía correr un día seguido. Estaba muy bien físicamente. Y aparte tenía un entusiasmo impresionante. Siempre me gustó jugar a la pelota".
Al finalizar su carrera como futbolista de la institución, Rubén siguió vinculado a la misma desde otro lugar, en este caso, el mantenimiento del estadio. "Empecé inmediatamente después que dejé de jugar al fútbol hace mas o menos 20 años. Me parecía una muy buena manera de seguir aportándole al club. Y jamás cobré un peso por hacer el trabajo. Con Mario (otro encargado) lo hacemos únicamente por amor al club".
El amor por el club, no es solo de Rubén, sino que también su familia comparte la misma pasión por el rojinegro. "Mis dos hijos más grandes juegan en Puerto también. El Tiru (Rubén) juega de 4 igual que yo en la primera y Marley (Gonzalo) juega en la segunda, pero este juega de enganche es un poco más habilidoso que yo. Después mi hija mas chica Chiara también es socia del club desde que nació".
Con algo de emoción en sus palabras, el gran Repollo no duda en dar a conocer sus sentimientos acerca de la institución. "Para mi Puerto es una pasión, es como mi segunda casa. Pasé prácticamente toda mi vida en el club y tanto mis hijos como yo lo llevamos muy adentro del corazón".

















